miércoles, 16 de junio de 2010

The Beginning Of The End

...y es asi, aqui y ahora cuando empieza todo... bienvenidos sean al show, a la caravana de la vida que, aferrandose a la monotonia del principio y el fin, nos da un lugar en su eterno camino para encerrarnos en nuestras mentes, esclavos de nuestro propio pensamiento conozcamos la verdad y juntos nos expandiremos hacia el espacio por una sola razon ... no hay limites...

Me encontraba otra vez viajando por los recónditos muros de mi mente… no sabía lo que buscaba, mucho menos lo que podía esperar, hasta que un humo blanquizco comenzó a chocar con la luz, me hizo seguirle hasta que desapareciese en el aire; de repente, en la radio comenzó a sonar alguna canción que entre sus letras se hallaban rastros de alguna guerra fatal, me recorrió un escalofrío al instante, son de esos que vienen dese abajo, de los que te hacen cerrar los ojos y levantan finamente cada uno de los vellos de tu cuerpo; pero ya está bien de hablar de esta vida, regresemos en el tiempo, al año 670 a. C. en la antigua Grecia cerca de la península del Peloponeso.


Travesía 1


Regresaba del rio Eurotas tras haber caminado por sus cálidas aguas, el polvoriento escenario que estaba delante de mi me indicaba que el origen de mi sangre estaba en esa ciudad y no solo eso; estaba más que agradecido con los dioses por regalarme a la mujer más bella, a la más perfecta, a la más sincera, a mi amor, Darna; se encontraba ella sentada en nuestra humilde pero cómoda cama frotándose el vientre y diciéndome; -¿Ya sabes cómo lo llamaremos?...-Estoy segura de que tendrá tus habilidades con las armas. Mis ojos se mecían mientras me hablaba, llevaba puesto un vestido que ella misma confecciono, su cabello largo y enroscado, negro como sus ojos; tan obscuros como la misma noche, sus pechos tan firmes como una roca pero tan suaves como la lana de las ovejas, su esbelto cuerpo desfigurado por una noche de intensas llamaradas que nos quemaban desde adentro, pero lo mejor de todo…eran sus labios…regalo de los dioses, gracias Afrodita, eran tan gruesos que mis dientes se clavaban como en una recién hecha hogaza de pan, y tan suaves que pareciese que podía tocar su corazón…pero…pese a que nunca le dije todo le que sentía por ella, yo tenía la certeza de que no era necesario, y por cómo me criaron no había tiempo para debilidades ni flaquezas, tenia que ser fuerte, blandir mi espada con firmeza, y ser el mejor guerrero y si era necesario primero mi lealtad, mi pueblo y mi honor antes que mi propia vida…si, así es, nos encontramos en Esparta.


Esparta 670 a. C.:


Mi nombre es Kerzus, hijo de Silfod y Luxil criado con todas las reglas espartanas y ahora en estos, mis tiempos, el rey ha decidido expandir nuestras tierras pero los pueblos vecinos son un tanto hostiles y no están muy de acuerdo con la idea, así que se han indignado y nos han declarado la guerra, vaya que saben poco sobre nosotros. Mi rey decidió encabezar el ataque, y algunos amigos; mas que tenerle miedo a la guerra están muy impacientes pensando en que tierras le tocaran a cada uno, ó bien, donde construirán sus nuevas casas. Los hombres están listos para partir, y solo le lanzo una mirada sin expresión a mi amada, no me preocupa la batalla, se que ganaremos, es un pueblo muy pequeño pero enorme en sus riquezas naturales, no era de extrañarse que nuestro rey quisiera estas tierras, adiós mi amor, solo lo pienso, adiós. 


El encuentro esta cerca, mi corazón vibra con los tambores de guerra, emocionado, y con la sangre ardiente como el fuego, todos esperamos la señal de nuestro rey…y en unos segundos…mi lanza ya había atravesado a un campesino intentado defenderse a si mismo, a su familia, a su hogar, que lastima que no regresará.

Utilicé todo lo que estaba a mi alcance para acabar con todos en el campo de batalla, ya que había apostado un cerdo y un par de barriles de vino con Hirmir un compañero y amigo a que yo era el que dejaría caer más cuerpos que él…34…35…36…esto era como un juego de niños tan solo eran unos cuantos hombres, mientras que nosotros le superábamos 6 a 1…54…55…56…-Hey!, … ¿acaso son todos?-Dije, -parece ser que si amigo mío, me respondió Hirmir jajaja, logre una fantástica cantidad, ya me estoy saboreando a ese cerdo tuyo Kerzus!!! O es que quieres apostar ese hermoso caballo que te dieron tus suegros Jajaja,- Jamás! Es demasiada clase para que lo tenga una bestia como tu jajaja ¡Y además te equivocas! Dije –he acabado con 56 hombres parece ser que alguien me debe algo. ¡Tonterías! Replico- Mi numero también es 56, hum, ¡esto parece un empate!, ¿cierto? Pregunto en voz alta para que todos le escucharan. –Bien, pues esta victoria ¡hay que celebrarla en grande!.

Hirmir era mi mejor amigo, un hombre robusto, feliz y conforme con lo que tenia, siempre sabia como sacarme una sonrisa en mis momentos de penumbra, al parecer su voz llego hasta los oídos de nuestro rey y esa noche hubo una gran celebración; comimos, bebimos, reíamos todo era alegría, aunque había un chico tímido oculto en una de las mesas más alejadas de los más viejos me extraño que no hubiera muerto, ya que lucía un tanto enfermizo y enclenque estaba inmerso en la tierra del suelo rascándola con una lanza que parecía que le iba a aplastar, con él estaba una pequeña ave muy rara de color rojizo con negro, parecía como si se entendieran, como si... -¿¡Que quieres apostar la próxima vez!?; me arranco Hirmir de mis absortos pensamientos; -No tienes nada que yo pueda querer de ti; conteste con una gran carcajada para que no se percatara de lo que estaba pensando.... 


aqui corto la primera parte de la novela que titulo Faded Memories... el final de la historia en la siguiente publicación (de antemano pido perdón por las faltas de horrografia jaja no esta corregido)...